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+1 (888) 647 05 40En un mundo de pagos digitales que cambia rápidamente, el sudeste asiático está experimentando una profunda transformación en la forma en que los reguladores financieros configuran el entorno para el EMI en la región asiática. El rápido desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PYME), desde las tradicionales tiendas de piedra a la esfera virtual, no solo ha perturbado la dinámica empresarial establecida, sino que también ha provocado rápidos cambios en las normas reguladoras, para adaptarse al dinámico mundo de la innovación fintech.
El Asia sudoriental es un centro vivo para la iniciativa empresarial, con 70 millones de microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYMES), que en conjunto representan un 99% importante de todas las empresas de la región. La rápida adopción de la digitalización de estas pymes va más allá de las tendencias superficiales; esto indica una transformación global que está remodelando fundamentalmente el panorama financiero y tecnológico de los EMI en Asia.
El principal motor de este cambio transformador es el cambio del comportamiento de los consumidores. Un reciente informe de Facebook y Bain destaca el papel clave que juega la pandemia COVID-19. La pandemia ha dado lugar a un rápido crecimiento, atrayendo a 70 millones de nuevos compradores en línea en seis países del sudeste asiático. Las proyecciones apuntan a una perspectiva convincente: para 2026, el sudeste asiático tiene el potencial de absorber hasta 380 millones de consumidores en línea, lo que subraya el impacto a largo plazo de esta profunda variabilidad del comportamiento.
Con el auge de las compras en línea, la importancia de los pagos digitales ha crecido, lo que ha dado lugar a una mayor demanda y la prosperidad de los servicios fintech. Las carteras digitales se han convertido en actores clave en esta transformación. Plataformas como GrabPay, GoPay y GCash han ganado clientes en toda la región, ofreciendo una forma cómoda y segura de realizar pagos, transferencias e inversiones, todo ello utilizando un dispositivo móvil.
En respuesta al panorama rápidamente cambiante de los pagos digitales, los reguladores de Asia sudoriental demostraron flexibilidad y previsión. Su principal objetivo es contribuir a la expansión del comercio electrónico y de los pagos digitales, garantizando al mismo tiempo una buena regulación.
Un ejemplo notable de este enfoque proactivo es la Ley de servicios de pago de Singapur, que entró en vigor el 28 de enero de 2020. Esta ley pretende simplificar y armonizar los requisitos reglamentarios para diversos servicios de pago, incluidos los pagos digitales y los servicios específicos de criptomoneda. Simplifica el entorno regulatorio y fortalece el sistema financiero general mediante la introducción de tres licencias diferentes: una licencia de cambio de divisas, una licencia de institución de pago estándar y una licencia de institución de pago grande.
Cada una de estas licencias está acompañada de requisitos precisos contra el lavado de dinero y la financiación antiterrorista (AML/ CFT), cuidadosamente adaptados al nivel de evaluación de riesgos.
Estas iniciativas reguladoras tienen un doble objetivo: simplificar el marco regulador para estimular la entrada de nuevos operadores en el mercado y, al mismo tiempo, introducir controles estrictos para gestionar los riesgos potenciales. Este balance es crítico a medida que los volúmenes de transacciones continúan creciendo y el EMI en Asia continúa jugando un papel clave en la evolución del panorama financiero de la región.
¿Qué métodos de pago existen en el sudeste asiático?
Los métodos de pago en el sudeste asiático incluyen efectivo, tarjetas de crédito/débito, billeteras móviles (por ejemplo, GrabPay, GoPay, GCash), transferencias bancarias, tarjetas prepagas, criptomonedas, pasarelas de pago en línea (por ejemplo, PayPal) y pagos con códigos QR.
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